domingo, 7 de septiembre de 2014

STEPHEN A. TOBIN

"Yo también creo que el hombre puede lograr la integridad.
Tal vez no mucha gente logre un estado continuo de integridad en ellos mismos, pero pienso que a todos les es posible hacerlo, a menos, de momento a momento. De hecho, pienso que este logro de la integridad, de una armonía interna del cuerpo, la mente y el espíritu, puede ser la tarea más importante del hombre.

En las raras ocasiones en que me siento integrado, me doy cuenta que estoy sensorialmente consciente del presente; veo, escucho, huelo, toco y siento, sin la intromisión de los pensamientos. Uso el pensamiento solo cuando estoy vivenciando un conflicto y con el propósito de considerar varias alternativas para resolverlo. Sé cuándo he encontrado la mejor solución: cuando regresa la sensación de completud.

Me doy cuenta que, como Steve Tobin que soy, estoy solo en el universo. No siento soledad, sino que comprendo la inevitabilidad de mi muerte de una manera mucho más profunda que en las ocasiones en que me siento incompleto. (De hecho, cuando me siento dividido, en realidad no creo que moriré, aunque intelectualmente lo "sepa"). Comprendo que nadie es más experto que yo acerca de lo que está bien para mi. También comprendo que no necesito poder, prestigio, amor ni mucho dinero; estas cosas no me harán sentirme más valioso como persona.

Paradójicamente, tengo una sensación de pertenencia, de ser una parte del universo entero. Como no me estoy observando a mi mismo, no tengo la sensación de "yo" como algo separado del universo. Tengo la sensación de formar parte del universo, y me considero ni más ni menos importante que otras partes de este universo. Este sentimiento de no sensación del sí mismo parece estar en contradicción con la sensación de estar solo que describí en el párrafo anterior, pero al sentirme como un todo no experimento ninguna contradicción.

Para mi, la libertad es una parte muy importante de la experiencia. Me doy cuenta de que he disuelto, al menos por el momento, las innumerables ataduras, invisibles y esclavizantes, que tengo entre mí mismo y los demás. También soy libre en el sentido de saber que puedo tomar mis propias decisiones, que no estoy esclavizado al pasado, a las expectativas del futuro, o a ninguna otra persona.

También me siento mucho más vivo y estoy en contacto con todas mis emociones. Algunas veces esto es doloroso, otras es gozoso, pero cualesquiera sean las emociones, no necesito evitarlas. Experienciar "placer" no es algo importante para mi, y me descubro enojándome con cualquiera que intenta atenuar mis sentimientos dolorosos, confortándome.

Finalmente, y lo más importante, descubro que puedo llegar a comprometerme con la gente sin estar a la defensiva. Como no necesito nada de ellos, puedo arriesgarme a pedirles lo que quiero de ellos, aun cuando su negativa pueda resultarme desagradable. En estos momentos puedo ver realmente a la gente, en vez de verlos sólo como enemigos o aliados potenciales.

(...)

La persona viva funciona de manera íntegra, usando congruentemente su mente, su cuerpo y sus sentidos. En vez de depositar confianza en ideologías externas o autoridades específicas, confía en su funcionamiento natural. Se siente libre, comprendiendo que siempre tiene elecciones y, por lo tanto, se siente personalmente responsable por lo que le sucede. Existe sensorialmente en el presente: viendo, escuchando, oliendo, tocando y usando su computadora sólo al servicio de sus sentidos y de su cuerpo. En lugar de verse a sí mismo como una "cosa" fija, se ve como un proceso y puede fluir libremente entre contacto y retirada, actividad y pasividad, amor y odio. Está consciente de la muerte como una realidad y acepta su inevitabilidad, en vez de estar luchando atemorizadamente contra ella todo el tiempo.

Contrastando con la persona vivva, la persona muerta funciona de manera inconexa; en lugar de funcionar congruentemente, su cuerpo y su mente se desencuentran. Tiende a desarrollar enfermedades tales como la hipertensión, úlkceras, colitis, asma y quizás incluso cáncer porque escucha y confía en sus "deberías", en su computadora y en lo que los "expertos" le dicen en lugar de hacerlo con su funcionamiento natural. Se siente aprisionado; se ve a sí mismo como la desamparada víctima de las fuerzas externas y siente que no es responsable por lo que le sucede. Siempre está fantaseando acerca del pasado o del futuro, y, consiguientemente, ha perdido casi totalmente su capacidad para existir en sus sentidos en el presente. Se vé a sí mismo como una "cosa" estática y se incomoda cuando se descubre comportándose de una manera inesperada. Piensa que tiene que ser el mismo todo el tiempo, y generalmente intenta tener un "carácter" consistente. Se esfuerza por negar la realidad de la muerte y, cuando no logra hacerlo, trata de protegerse a sí mismo, y así nunca se arriesga a vivir."

Stephen A. Tobin
de "Integridad y Auto-Apoyo"
en "Esto es Guestalt" - Editorial Cuatro vientos

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