¿Qué son las Constelaciones Familiares?
Las Constelaciones Familiares son
como volver a un lugar de infancia: un reencuentro donde se movilizan
emociones; se reconocen cambios físicos y de percepción. Pasó el tiempo, somos
más altos, miramos desde otro ángulo; las habitaciones parecen más chicas, los
colores de las paredes no coinciden con nuestra memoria y hay objetos que no
recordábamos. Estamos en un lugar que conocemos y queremos, pero crecimos y lo
vemos distinto.
Las Constelaciones Familiares
buscan eso: aportarnos una nueva mirada sobre nuestra propia vida, una nueva
visión de nuestra realidad y del camino que recorrimos para llegar al hoy,
teniendo en cuenta nuestros vínculos más cercanos: Los del sistema familiar.
Cada persona forma parte de un
sistema familiar que se extiende desde los padres, abuelos, bisabuelos, y así
hacia las generaciones anteriores. Bert Hellinger (quien desarrolló la técnica
de las Constelaciones Familiares) dio cuenta de que en todos los sistemas
familiares rigen ciertas leyes, y las llamó "órdenes del amor". Pero
los órdenes se desordenan y como resultado surgen "síntomas" en
diferentes miembros de la familia. Las Constelaciones Familiares intentan
restituir ese orden, para que el amor fluya en la familia, de una forma más
libre.
¿A quién está dirigido?
A quienes buscan resolver alguna
problemática que la vida pueda presentarles en distintos órdenes: laborales,
familiares, de pareja, de salud, o cualquier tema que impida la Libertad y el
Amor.
¿Cómo participo?
Se trabaja en talleres grupales,
a los que se puede asistir puntualmente, o a lo largo del tiempo. Si bien es
positivo asistir a varios talleres, no es bueno "constelar" en
demasía. Las Constelaciones Familiares trabajan con imágenes, éstas son el
efecto visual que se genera a través de los “representantes” en cada uno de los
participantes del taller; y precisamente éste recuerdo visual es el que va a
actuar en nosotros produciendo cambios a corto y largo plazo. Si hacemos
nuestra propia constelación muy seguido, éstas imágenes comienzan a superponerse
y a actuar negativamente. Por ello es recomendable darnos tiempo para que esas
imágenes decanten, lo trabajado se asiente en el inconsciente y se haga
cuerpo.
Existen diferentes formas de
participar y todas ejercen un efecto en cada integrante del grupo.
Se puede realizar una
constelación personal, formar parte de la constelación como representante, o
permanecer de “observador”. Cada participación tiene su efecto. La teoría de
los sistemas (Bertalanffy, LV) asegura que "todas las partes se influyen mutuamente".
Por eso es imposible irse del taller sin haber recibido algo.
¿Cómo se trabaja?
Según la temática, y una breve
entrevista, el facilitador pide al participante que elija entre los integrantes
del grupo personas que representen a miembros de su familia, síntomas o a sí
mismo. Cuando las personas elegidas aceptan (no es obligatorio), el paciente
las invita a pararse, las toma por los hombros y las coloca en el espacio según
la imagen interna, lo que siente.
Lo curioso es que, si esas
personas se disponen simplemente a sentir (sensaciones, emociones, movimientos)
dejando de lado la intención de ayudar, éstos obtienen información del sistema
familiar y nos muestran claramente los patrones de relación existentes en él;
pudiendo de esta manera, determinar en dónde existe el conflicto.
Sé que ésta parte es la que
resulta más difícil de entender, tanto como de explicar; es por esto que hay
una invitación abierta a que lo vivas, ya que las Constelaciones Familiares son
pura experiencia.
