viernes, 27 de septiembre de 2013

Preguntas

¿Por qué no aprendemos de los errores ajenos?

¿Por qué no confiamos en lo que los otros dicen?

¿Por qué si el corazón dice blanco, nosotros vamos al negro?

¿Por qué confiamos más en la razón, que en el corazón?

¿Qué es lo que aprende el ser humano con la violencia?

¿Por qué nos cuesta amar al otro tal cual es?

¿Por qué a los adultos nos cuesta jugar?

¿Por qué creemos que la tristeza es mala?

¿Por qué creemos que los días de lluvia son días feos?

¿Por qué nos cuesta dejarnos amar?

¿Por qué nos lastimamos, hasta, a nosotros mismos?

¿Por qué las decisiones de los otros nos hacen sufrir, si no son nuestras?

¿Por qué creemos que algo es "bueno" o "malo"?

¿Por qué nos cuesta hablar con el corazón?

¿Por qué le tenemos miedo al otro?

¿Por qué pensamos en el pasado o en el futuro, si es un tiempo que no existe?

¿Por qué nos avergüenza cantar?

¿Por qué nos aferramos tanto a las cosas, a los lugares y a las personas?

¿Por qué nos apenamos tanto cuando alguien se muere?

¿Por qué le tenemos "miedo" a la muerte?


Otra vez... ¿Por qué...?


Montevideo
27/9/2013


miércoles, 25 de septiembre de 2013

El Yin, el Yang y los alimentos


Hace un tiempo Fofi me comentó sobre una investigación que se está haciendo en personas con autismo en base a la alimentación. Aparentemente se habría constatado con padres de niños con dicho diagnóstico, que al cambiar la dieta alimenticia se lograban ver mejorías en el comportamiento de sus hijos.

Hace un tiempo la medicina occidental me diagnosticó un desequilibrio hormonal. Así es que decidí comenzar a investigar la posibilidad de cambiar mi dieta alimenticia para poder ayudar a reequilibrar las hormonas dentro de mi cuerpo.

En ésta búsqueda de ayudar a mi cuerpo navego por internet apuntando más que nada a tratamiento de medicina no occidentales. Así es que me encuentro con la medicina China, milenaria en su sabiduría, y de la cual sé tiene muy buenos resultados. Aunque claro, confiar en ello es lo primero si queremos sanar.

Todo lo que existe tiene energía, y la medicina China (hasta donde yo sé… que no es mucho, peco de atrevida en esto) conceptualiza a la energía Yin que es el principio femenino y que tiene que ver con la tierra; y el Yang que sería el principio masculino, el cielo. Éstas energías son opuestas, complementarias y en constante movimiento. Están en todo lo que existe formando el TAO que es la unidad, el origen de la vida y que está representado con ese símbolo tan conocido y que al menos en mi adolescencia todos llevábamos en el cuello sin saber muy bien a qué se refería. Recuerdo definirlo como “Todo lo bueno está en lo malo, y todo lo malo está en lo bueno”… error de joven ignorante. En fin… Lo cierto es que me gustaría compartir algo de lo que encontré sobre las energías Yin y Yang en los alimentos.

Los alimentos con predomino de Yin serían, (recalco lo del predomino ya que nada es esencialmente yin o yang; sino que puede contener mayor energía yin xej; o ser más yin en relación a otra cosa)

Verduras
Verduras de hoja
Semillas
Tofu
Jugos de frutas y verduras
Mermelada sin azúcar
Malta

Alimentos con predominio de Yang,

Cereales integrales
Harinas, pastas y panes
Verduras de raíz
Mariscos
Pescados
Legumbres
Sal
Queso fresco

Alimentos con exceso de Yin,

Azúcares
Especias
alcohol
Café

Alimentos con exceso de Yang,

Carne
Aves
Huevos
Quesos duros

El fuego hace que los alimentos aumenten su energía Yang.

Claro que la alimentación dependerá de cada persona, de la energía que predomine en ella y del camino que desea recorrer.
En mi caso por ejemplo, debería eliminar lácteos y huevos ya que contienen muchas hormonas; entre otras precauciones en mi alimentación.

Recién comienzo con el cambio de dieta, veremos cómo repercute en mi organismo…



Hablar de más…


Ya pocos escribimos poemas,
Y ya muchos menos los leemos.
Ya pocos escuchamos folklore,
Y ya muchos menos lo tocamos.
Ya pocos escribimos cartas,
Y ya muchos menos las mandamos.
Ya pocos fantaseamos con el amor,
Y ya muchos menos lo realizamos.
Ya pocos hablamos de frente,
Y ya muchos menos no prejuiciamos.
Ya muchos hablamos de más,
Y ya muchos más, no sabemos callar.


21/01/2013
Isla del sol - Bolivia


martes, 17 de septiembre de 2013

Aquello

La del medio. Observar sus labios temblorosos, sentir su voz entrecortada, percibir mi piel erizada, mi garganta apretada y mi estómago cerrado; hicieron que confirmara una vez más mi deseo de escribir, al igual que ella, sobre “aquello”.

Extrañas sensaciones recorrieron mi cuerpo, miles de ideas invadieron mi cerebro, que como bruma mañanera lograron dejarme sin norte.

Entre lágrimas de sabor extraño, la contemplaba…

¿Qué decir?

Mi cuerpo estaba hablando hacía veintipico de años, y allí… ¿Qué era lo que ella podía leer de mi? Creo que las risas que sucedieron a aquel instante, hablaron por sí mismas. La complicidad es tanta, es la que te da la misma sangre; donde no hacen falta palabras, tan solo el olor de la manada.

Su tinta fue reconocida por mi, como algo antiguo guardado en mi gran baúl de los recuerdos genéticos.

¿De quién me estaba hablando? Ya no lo sabía. Mi mirada de asombro bastó para que ella contestara… “Ya sé lo que me vas a decir”… No hizo falta más…

¿Quién es él? Es una mistura de ademanes, rasgos faciales y tonos de voz, de mis primos y hermanos; de ellas como hermanas, y de mis abuelos como padres.

Recuerdos que luchan por no caer en el abismo del olvido. Nadie lo dice, pero… ¿cuál es la pugna cerebral y del corazón que se da para que cada detalle de su rostro siga con la misma nitidez con la cual se percibió ese último día en que se vieron? …Para guardar en lo más profundo de su registro auditivo aquella última palabra, que seguro no se sabe cuál fue, pero que se intuye habrá sido un adiós.

La mayor. ¿Hasta dónde compartirlo con su camada era saludable, hasta dónde callar? Cuánto dolor podía poner en palabras, y cuánto más transmitía su piel al dar de mamar. Profunda tristeza acumulada en años. Sin que se le pidiera permiso, pasó a ser la mayor. Ella no estaba preparada para semejante responsabilidad, y menos con la triste carga familiar que implica tener un hermano muerto. Sin embargo caminó, día tras día; llevando adelante el proyecto personal de su hermano. ¿Qué más doloroso que eso? Viviendo día tras día su cotidianeidad, pero sabiendo que ya no está.

La menor. Nunca la escuché hablar sobre aquello. Sin embargo puedo imaginarla subiendo y bajando sus párpados a incontables revoluciones por minuto dejando todo lo blanco de sus ojos expuesto, dando un aspecto de espasmo epiléptico entreverado con su aguda voz, imposible de olvidar para quien haya tenido el gusto de conocerla. Sí la había escuchado, en varias ocasiones, hablar, al igual que al resto de los integrantes de la familia, sobre anécdotas del “sinvergüenza” de su hermano en vida. Claro que es mucho mejor, y menos doloroso recordarlo en sus días de fresca respiración e inimaginables travesuras… O no…

Su padre. Perdió un hijo, perdió a su único varón. Que vaya a saber por qué, pero siempre se hace alusión a ello, como si el perder a alguna de sus niñas no hubiera sido tan doloroso como aquello. ¿A quién le puede importar el simple término de la descendencia, cuando un hijo ya no está? Su primogénito, su compañero en el campo y quien le hacía perder la rectitud acartonada de milicia antigua. El creer en su hijo fue lo que lo mantuvo erguido en la búsqueda incesante a través de los nevados, cuando todos los daban por muertos. El anhelo por el calor del cuerpo a cuerpo, del calor de la sangre que como vampiro lo llevó a realizar las hazañas más descabelladas. El estrepitoso encanecimiento de su cabeza, fue solo una mínima muestra física de lo que su ser estaba padeciendo al enterarse de la muerte de su hijo.

Su madre. La asustadiza mujer de cabellos dorados había perdido a su hijo. Sin embargo su imponente fortaleza, es capaz de sobrellevar cualquier dolor. Sino, piensen ¿cómo hace una madre para superar este desgarrador suceso? ¿Qué sentirá su frente siempre alta, su cuerpo arreglado, y su voz firme en la intimidad de su corazón, o en los brazos de su amado? Nunca se rindió, sus brazos nunca estuvieron caídos ni en ese momento, ni ahora que su vida comienza a extinguirse como vela sin oxígeno. Pero su música se apagó, nunca pude convencerla de que tocara el piano para mi…

Hundida en mis tristes cavilaciones disfrutaba de ese dolor amargo, del que sana sin más. Y del que luego me aferrara para poder continuar con la búsqueda incesante de la elaboración del duelo familiar.


No lo conocí. Sin embargo pareciera que sí. O que el deseo de que hubiera sucedido, me permitiera tenerlo a mi lado durante estos 28 años, con el simple y mundano abismo que nos da la muerta física, pero con la gracia de sentir su viva presencia energética.


Durazno Abril 2013

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Y como si ayer hubiera sido poco. Hoy... ¡Camarón!





Hasta el fondo. A lo hondo bajó Bajo Fondo…


Anoche fui a ver a Bajo Fondo.
Difícil transmitir el cúmulo de sensaciones, sentimientos y pensamientos que generaron éstos 8 músicos en escena.
Disfruté cada detalle que mi ser pudo captar. 
Con 8 seres humanos haciendo magia musical, es difícil captarlos todos.

Amor.
Creo que básicamente eso es lo que transmite esta gente.
Más allá de que si lo pensamos en lo concreto, el espectáculo tenía un precio en moneda; para mí fue un regalo. Y nadie me regaló la entrada, la pagué yo… Poder disfrutar de ese acto de amor, de esa magia y de ese mimo para el alma; para mí fue un regalo! O… tal vez me lo merezco! En cualquiera de los dos casos… ¡que afortunada!

TODOS dejan TODO en el espectáculo, se entregan!
Se comunican desde lo hondo y te llegan hasta el fondo.

Moverse resulta inevitable.
Inevitable es que tu cuerpo no responda.
Sorprenderse es inevitable.
Inevitable es reírse. 

FELICIDAD
 ¡Gracias!


domingo, 8 de septiembre de 2013

El viaje…

(Antes o después, o, antes y después si tenés ganas Gustavo Santaolalla... http://www.youtube.com/watch?v=n6T70wzxxRE)

Motivada por el mail de mi parcera, me dispongo a cerrar la persiana inundando de semioscuridad el living de mi casa, acto seguido prendo un palo santo para mitigar la fritura del pescado comprado en la feria esta mañana.

Y espero… paciencia…!cuánto te vengo ejercitando este último tiempo mi querida! 
Espero, mientras soplo el rojo candor que me regala su suave aroma, el cual ya viene cargado de recuerdos varios.

Hago click y rápidamente me tiendo sobre la cama. 
Cierro los ojos. 
Mi corazón se acelera, lo quiero calmar con mi razón, pero no es necesario… la música comenzó.

¿Qué instrumento es? ¿Guitarra? No. ¿Arpa? Puede ser… 
Me recorre cosquilleante, como si un montón de dedos estuvieran pellizcándome suavemente, como para recordarme que estoy acá. 

Y, ahahah!... el violín comienza, siento como si el arco se metiera, literalmente, en mis oídos. 
Cotonetes de cerdas de caballo inundando mis tímpanos con melodiosa armonía. 
¡Que delicia de instrumento!

Luego un pequeño instante, un calderón, pero muy breve, que da esa sensación de vacío experimentada en Baños. Ya se fue…

De repente me siento como bailando un vals, vestida de dama antigua al lado de la máquina de coser.
Constantes deseos de escribir lo que me está sucediendo, y de que no logre olvidar ni un solo detalle. 

Paciencia…
Otro sonido que no logro distinguir… ¿Acordeón? No, muy grave para serlo. 
¿Violonchelo? ¿Contrabajo? Aún no tengo clara la diferencia entre ambos.

Una moto llega estruendosa a mis oídos desde la calle, me enoja.

Continúo el viaje. La idea de retomar aquella escritura del 27 llega hasta mi cerebro.

Ya estoy entregada, suceden otros dos breves instantes y luego el mayor, el final, y los aplausos. 
No comprendo por qué es que ya se terminó. Podría haber seguido.

Ahora me siento a mirarlo, mientras doy comienzo a mi escritura. 
El primero era un charango. El segundo un bandoneón y un contrabajo.


Cuando termine la escritura del 27 sin dudas la compartiré con mi parcera. Gracias!


Montevideo Abril de 2013



Palabras



A veces las palabras faltan.
A veces se hacen necesarias.
Y otras veces estan de mas.

A veces necesitamos escribir palabras.
Otras veces necesitamos enunciarlas.
Y otras simplemente callarlas.

Hay palabras que hieren.
Hay palabras que alegran.
Y hay otras que no se sabe que dan.

Hay palabras que traen sentimientos.
Y hay sentimientos que no tienen palabras.

Perú 11/02/2013



jueves, 5 de septiembre de 2013

Manifiesto Agosto 2013


No insisto más en que, a quien yo amo, me ame.

No insisto más en que, un amigo se quede, cuando - en realidad - quiere irse.

No insisto más en que, la gente no vea en mi cara un culo, la gente ve lo que quiere.

No insisto más en que se vaya la tristeza cuando - en realidad - lo que quiero es llorarla.

No insisto más en que la gente no diga que está "feo" cuando llueve; cuando lo que está "feo" - en realidad - es su interior.

No insisto más en que lo hagamos TODOS.

No insisto más en que entiendan, cada uno entiende lo que puede.

No insisto más en que "me miren".

No insisto más en que la gente acepte.

Ya no insisto en encontrar a alguien que me ame.



Ahora insisto en amarme a mi.

Ahora insisto en quedarme yo.

Ahora insisto en aceptar mi cara.

Ahora insisto en llorar mi tristeza.

Ahora insisto en disfrutar mis días de lluvia.

Ahora insisto en hacerlo Yo. 

Ahora insisto en entenderme a mi.

Ahora insisto en mirar Yo.

Ahora insisto en aceptar Yo.

Ahora insisto en amarme a mi.

Lo demás viene solo...

Fotos

Otoño Borracho


Al borde de la biblioteca


Primavera vendrás veraz verás


Colorido Candombe


Tarde libre


Cali - Uruguay


De qué trata el blog

- ¿Y de qué viene éste blog?

- Ésto me recuerda a lo siguiente ...

- “Ah... sos psicóloga... y de qué corriente sos?”


A esta pregunta me enfrento cada vez que entablo una conversación con alguien a quién le interesa saber qué hago de mi vida, a qué me dedico o qué estudié...
Me resulta un acto similar al que nos enfrentábamos cuando niños... “¿De quién sos, de mamá o de papá?”
¿Realmente es necesario que optemos por uno en particular? ¿Acaso no somos de ninguno y de los dos a la vez?


Así es que me siento con las diferentes corrientes de la psicología. ¿Porqué es que debemos escoger por una sola en particular? ¿Es que hay una sola verdad?
El positivismo, la certeza científica y la búsqueda de la verdad ya quedaron atrás.
Ahora “sabemos”, que las verdades son muchas, o que ni siquiera existen como tales. Varios son los puntos que podemos optar para observar una misma cuestión, y varias son las maneras en que podemos abordar estas cuestiones, llegando a un mismo resultado; o a uno diferente, pero que sea igual de efectivo..


Todos los seres humanos somos diferentes, eso no es novedad. Y así es como todos desarrollamos cualidades diferentes, en diferentes entornos, y necesitamos cosas diferentes para distintos momentos de nuestra vida. Para mi gusto, en la necesidad del otro, es donde llega el arte del psicólogo, así es que debiéramos estar apoyados de la mayor cantidad de recursos posibles. Claro, no es que vayamos a saber TODO (porque es imposible, y entiendo es de las pocas cosas que podemos calificar de imposible), pero tampoco es que tengamos que ceñirnos a una teoría en particular.

Así es que soy de la corriente que me sirva frente al paciente que tengo delante, frente a sus necesidades optaré por recurrir a las herramientas más apropiadas para él o ella.

Igualmente, éste Blog no intenta ser de psicología, sino de compartir cosas de la vida que me gustan, como la escritura, la fotografía, la música, la pintura, y claro, la psicología.