jueves, 24 de octubre de 2013

"Ellas, el peluquero y el cáncer" - Álvaro Carballo y Julio Alonso

A fines del año pasado terminé mi carrera de psicología.
La noche del día en que me enteré que había aprobado la última materia nos juntamos con amigos en mi casa para festejar tan alegre acontecimiento.

En dicho festejo mis amigos tomaron amablemente las tijeras y me hicieron un interesante cambio de look.
Mi pelo no tenía forma de nada... al otro día me iba a medio día a una convivencia con el grupo de formación en constelaciones familiares. Así que llamé desesperada a un amigo peluquero y le pedí que arreglara el desastre que mis amigos habían provocado.

Él abría a medio día la peluquería y yo debía estar a la una en casa de una amiga para salir.
El peluquero hizo lo que pudo en menos de media hora que era el tiempo que yo tenía.

Así me fui a la convivencia, ese no era el corte que yo usaba... y eso que yo hacía 6 años que llevaba el pelo corto, corto; pero este, claramente, no era mi estilo.

Así me fui a este encuentro.
Con un nuevo título, un paso más, una etapa cerrada -al menos por el momento-; con un año de intensos cambios, moviendo estrepitosamente cimientos establecidos en años, pero que ya se hacían caducos...
Así me fui a un encuentro en el cual los movimientos se profundizan, uno trabaja más y más en sí mismo y sus relaciones con lo demás, con los otros, donde uno mueve, muta, en cada paso dado.

Recuerdo que en la convivencia al mirarme al espejo me sentía extraña, pero no había demasiado tiempo para eso.
Sin embargo al retornar a mi casa, el espejo de ese Domingo me devolvió algo desconocido.
Simplemente me miré en él y comencé a llorar.
Esa ya no era yo, era otro yo. Así surgieron éstas palabras...


El espejo no me reconoce
¿Quién soy?
Pedazos
Instantes
Ideas
Sentimientos
Sensaciones
Cuerpo
Tanto movimiento desata huracanes
La cascada inunda.
Quiero, al menos, reconocer al espejo. 

Montevideo 16/12/2012


Hoy me llega el documental que realizó un amigo, Álvaro Carballo, "Ellas, el peluquero y el cáncer" interesante, sensible y amorosamente atrevido.


¿Cómo ellas no van a sentir que pierden algo de su identidad al perder el cabello?

¿Cómo reconocerse en el espejo al verse sin pelo?

¿Cómo no querer que el exterior se mantenga intacto cuando en tu interior hay una modificación tan grande?

Demasiado fuerte de llevar resultaría que, además de aceptar que en tu interior hay parte de ti que amenaza contra ti misma, además de eso que es fuerte y duro, aceptar que desde afuera también, la gente te ve diferente, que tu misma te ves diferente también por fuera. 

Probablemente como ellas relatan, luego de "un tiempo", que resulta un tiempo interno (minutos, días, años, meses o segundos, no importa), uno pueda aceptar esa pérdida del cabello también. Pero al principio el huracán es tan grande, que es difícil que esas super mujeres puedan también con eso de una sola vez. 

Demasiado peso para esas espaldas...


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