Hace poco menos de un mes que tengo una gata . Chueca .
Hace poco más de 3 meses no me gustaban los gatos, es más, me desagradaban bastante .
Durante una sesión con una paciente con la cual estábamos hablando, claramente, de felinos me sorprendí a mi misma pensando... "Y si tengo un gato?" .
Y así, como para que la idea se haga realidad rápidamente, se lo comuniqué a ella y luego a mis amigos y familiares .
De odiarlos, pasé a amarlos, va... en realidad a amar a Chueca. ... Y después dicen que las personas no cambiamos!
Bueno, meses después llegó Chueca. Ahí comenzaron los comentarios...
"Mi gata cuando me dolían los ovarios se me ponía arriba y se quedaba ahí ronroneando"
"Los gatos son muy inteligentes, y no son sumisos como los perros, hacen lo que quieren"
"Los gatos son transmutadores de energía, se ponen en lugares de la casa donde hay mala energía para removerla"
...
Hace unos días que estoy encerrada en mi casa a causa de una infección bastante jodida en los riñones.
Chueca no ha parado de mimarme. Se acuesta a mi lado, dromimos la siesta... y claro un día se me colocó en la espalda exactamente en la zona de los riñones.
Impactante, no?
Otro día en que yo estaba tirada sobre almohadones, a medio sentar, comenzó a trepar por mis brazos y llegó hasta mi cabeza, y ahí, sí ahí... se quedó.
Metió la cabeza entre mis pelos y se echó como pa´ dormir la siesta, transmutar energía o no sé qué.... qué me quizo decir la muy perra? Ah, no! Gata!