- "Somos almas" - me dijo descuidadamente y sin saber él, por qué lo estaba siendo.
Un vacío silencio invadió las miradas; ese que te puebla cuando llega el entendimiento entre dos.
Me cacheteó.
Yo ya sabía eso, pero en ese momento tomó más fuerza.
Aquellas dos palabras sonaron luego de recomendarme que estuviera con una mujer.
Todo porque yo dije que nunca había estado con una.
Y eso frente a que él había dicho algo al respecto de lo lindas que son las mujeres y lo bueno que es estar con ellas.
Mi respuesta había sido inocente, casi como un "Ah, mirá...", pero no, no fue así...
- "Somos almas" Su respuesta fue profundamente cuidada.
Mi respuesta había sido ingenuamente descuidada.
Montevideo
domingo, 23 de febrero de 2014
viernes, 21 de febrero de 2014
domingo, 16 de febrero de 2014
jueves, 6 de febrero de 2014
Constelaciones Familiares 1
Hace unos meses me
diagnosticaron un adenoma hipofisario (tumor benigno en la cabeza).
Ayer mi madre me
dijo... "estas mucho más linda, fresca; creo que es porque queres un
poquito más a mamita"
Hace un par de años
comenzaba la formacion en constelaciones familiares. Entre otras tantas cosas,
éstas me han cambiado la mirada.
Hasta hace un par de
meses nunca habia hecho "mi propia constelación", sin embargo los
cambios se vienen operando a pasos agigantados desde que comencé la
formación... Incluso antes.
Es verdad eso que dijo
mi madre que desde que... Yo diría, me amigué con ella (porque quererla siempre
la quise mucho), estoy más “linda”. Amigarme con mi madre, "tomarla"
(como se le dice en constelaciones) día a día un poco más, me ha llevado a
amarme más a mí misma. Y cuando nos queremos y aceptamos como somos vivimos más
frescos, despreocupados y por ende... Lindos!
Reconocí lo que hay en
mi de ella y de mi padre, entre algún que otro rasgo de personalidad, lo más
importante... Mi vida! Que es lo más hermoso que tengo. Entonces como no voy a
estar eternamente agradecida, si me han hecho el mejor regalo que pudiera
recibir alguien.
A partir de este y
otros movimientos comencé a ver todos los actos de mi madre con sumo amor.
Incluso aquellos con los que no estaba de acuerdo (que en mi vida habían sido
la mayoría, ya que pensamos muy distinto generalmente).
Por otro lado está lo
del tumor. Siempre fui muy sana, por lo tanto la llegada del diagnóstico me
sorprendió de sobremanera. A él se llegó a través de la insistencia de mi madre
porque consultara a una dermatóloga por mi acné permanente, que ya con 28 años
deja de ser juvenil y sin dudas estaba queriendo decirme algo.
En fin... Llegó el diagnóstico
y con él ocuparse. Si bien su presencia al principio me descolocó, en ningún
momento me lo tomé a la tremenda. Más bien fui encarándolo de una manera
positiva. Cambié mi dieta alimenticia, antes incluso de ser diagnosticado,
cuando ya era una de las tantas posibilidades. También poco tiempo antes había
comenzado tratamiento con medicina China, y x último la bomba química del
medicamento para este tipo de cuestiones. Una vez por semana, una pastilla
diminuta hacía que mi cuerpo perdiera fuerza y poco pudiera levantarme. Igual
fui insistente y continué.
Al poco tiempo del
diagnóstico Stephan Hausner (constelador experto en enfermedades) llega a
Uruguay y se da la oportunidad de que los estudiantes de la formación
tuviéramos un día para trabajar si así lo deseábamos. Sin dudarlo un segundo decidí
tratar mi tema con Hausner.
Comenzó el encuentro y
yo con muchos nervios ya que deseaba fervientemente que me eligiera. Primera
ronda... Nada! Segunda "quién quiere trabajar?"... Nada! Y ahí fue
cuando me dije... "Basta!" Solté la idea de que me eligiera, confié
en que si ese era mi momento se iba a dar. Y si no se daba era porque no debía
ser. Tercera ronda... Y ahí estaba yo, de un segundo al otro sentada a su
derecha, pronta para trabajar.
La constelación fue
larga... Al menos para mí. Intensa. Me mostró muchas cosas que no vienen al
caso describir ya que seguro aún sigue operando en mí y así deseo que continúe.
Lo cierto es que me movilizó en el instante y aun hoy. A los pocos días de la
constelación comienzo con un extraño dolor en la espalda, a la altura del riñón
y a su vez muchas ganas de orinar continuamente, aunque sin ardor. Como dije...
Siempre fui muy sana, así que esto llamó mi atención.
Fui al médico porque
intuía algo andaba mal en mis riñones. Me hicieron algunos análisis y me
mandaron a hacer vida normal a mi casa. A los 3 días la fiebre me llegó a los
39,5 y casi no me podía mover del dolor. Le mandé un mensaje a mi madre para
que se viniera desde Durazno. Algo andaba mal. Al poco rato llegó uno de mis
hermanos y sin dejarme ni hablar me metió en el auto y me llevó al hospital.
Efectivamente estaba con una infección aguda en los riñones, instantáneamente
comenzaron con antibióticos y suero vía intravenosa y me mandaron internación
domiciliaria.
Las lecturas sobre
este acontecimiento han sido varias... Muchos dicen que luego de realizar una
constelación el cuerpo enferma para poder eliminar. Que los riñones son la
familia. Que los riñones responden a la energía vital, etc, etc...
Para mí fue una forma
de parar con la vertiginosidad del día a día que no me había dejado ni un
segundo para bajar todo lo que la constelación había operado en mí.
Lo cierto para mi es
que enfermar también es sanar. Cuando enfermamos el cuerpo nos está diciendo
algo, hay que saber escucharlo.
Al poco tiempo de esto
debí repetir los análisis por control. Las hormonas que indicaban el estado del
tumor habían bajado hasta valores normales. La doctora asombrada por tan rápido
descenso preguntó en tono de broma si esa sangre realmente era la mía.
Aun debo continuar con
el tratamiento químico, sin embargo estoy tranquila. Y realmente me siento
curada.
La constelación me
mostró más de mi familia y me hizo acercarme aún más a mi madre.
27 Diciembre 2013
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