Vivimos atravesados por "cuentos" que adquieren energía en nuestro andar.
Esta energía es la que emitimos a nuestro entorno y genera impacto, un impacto que se materializa en el encuentro.
Nunca sabemos cuál es la realidad, nos hacemos un cuento desde lo que podemos acariciar de ella, que es un ínfima parte.
Qué cuento nos queremos contar?
Esa es una elección que podemos tomar.
Todos los sucesos tienen algo que puede tomarse como "positivo" y algo como "negativo".
Qué parte queremos mirar, la que suma, o la que resta?
Otra elección que podemos tomar...
Gracias Jordi Amenós
viernes, 16 de octubre de 2015
lunes, 12 de octubre de 2015
Regresión a esta vida
Resumen de mi experiencia personal en regresión a esta vida, mediante la metodología Pleoma.
“Mi mayor problema es aquello que hace que mi garganta
sintomatice”
Situación de origen:
No veo nada.
Siento una presión en el pecho, me falta el aire. Parece que
alguien estuviera arriba mío. No logro entender dónde estoy, qué está pasando,
siento confusión.
Siento que estoy en un moisés, el moisés se cae. No, no es eso.
Veo la arcada de la
galería de la estancia de mi abuelo. Hay nubes negras en el cielo. Me siento
sola, no hay nadie a mi alrededor. Comienzo a llorar, nadie me escucha, nadie
viene. Me siento impotente. Me duele el pecho de llorar, y me siento sin aire.
Me canso, me da sueño.
Qué fue lo peor? La
confusión, la impotencia.
Conclusión: Cuando no entiendo lo que sucede, y no sé cómo
expresarlo, me viene la sensación en el pecho y la garganta.
Segunda situación
importante:
Me siento en el campo del colegio, en Durazno.
No, no estoy segura de que sea ese lugar… Estoy en el pasto,
veo árboles, estoy en un monte. Es en los tapiales, estoy gritando, me duele la
garganta. Tengo unos dos años, o algo así.
Antes… estaba en el galpón de los caballos con mi padre, me
fui caminando al monte, me clavé algo en el ojo. Me duele mucho, no entiendo
qué está sucediendo ni dónde estoy, comienzo a gritar, nadie me escucha, me
duele la garganta, los oídos y la cabeza de gritar. Me canso y me acuesto a
dormir.
Última Situación
importante:
El año pasado en Playa Verde, estoy sola, la estufa está
prendida. Estoy triste y no sé por qué. Me siento confundida. No puedo comer,
siento que me ahogo. Me siento a pintar pero no sé qué hacer, siento
impotencia. Me acuesto a llorar. Me canso y me duermo.
Análisis
¿Qué tiene en común
la situación de origen y la segunda situación?
Estaba sola y confundida, sin entender que pasaba, llore y
grite y nadie contesto. En la segunda me empezó a doler la garganta, pecho,
oído, hasta que me canse.
¿Que sientes ?la garganta y el cansancio, impotencia en
ambas, no entender lo que pasa, llamar y que nadie venga, que nadie me escuche.
¿Qué tiene en común
la situación de origen y la última?
Estoy sola y triste, el querer expresarlo también…. no puedo
pintar, impotencia.
Cuando era bebita quede solano entendía y empecé a llorar y
a llorar porque no venían, vino dolor de garganta, no entiendo lo que sucede no
sé cómo expresarlo. En la última estoy sola no entiendo lo que me pasa y no
puedo comer.
Patrón:
Cuando me siento confundida, no entiendo la situación, y no
sé cómo expresarlo, no me entienden, me pasa algo en la garganta. Luego, viene
el enojo (como expresión del cansancio).
Consejo que te
das: no es tan importante entender, está bien así, mi garganta no se tiene
que hacer cargo.
Frases sugestivas:
Puedo ser escuchada y expresarme libremente si así lo
deseo.
Me respeto como soy, respeto mis limitaciones.
Confió en la vida, respiro profunda y libremente.
Me expreso con el habla y me expreso con la pintura, así
puedo transmitir lo que siento.
Mi garganta está bien y todo fluye en ella.
Sobre el trabajo:
Desde la concepción hasta los 3 o 4 años el pensamiento
lógico aún no se ha formado, y no somos capaces de razonar a los
acontecimientos que suceden en nuestro contexto. Solemos malinterpretarlos
debido a la incapacidad de comprenderlos en su totalidad. Allí, se dan sucesos
que resultan emocionalmente fuertes donde se despliegan recursos instintivos de
supervivencia para poder sobrellevar esa situación “traumática”, marcando así,
al subconsciente en un estado latente de alerta.
Más adelante existe una situación que es la que inicia el
patrón, que mantiene similitudes ya sea de emociones, sensaciones o
pensamientos, con la situación de origen. Allí el subconsciente prende una
alerta “Esto ya lo conozco, ahora tengo que estar más alerta”.
Luego, hay una tercera situación, más adelante en la vida de
la persona, que activa este patrón. Esta situación también mantiene similitudes
de emoción, sensación o pensamiento, con las dos situaciones anteriores, la de
origen, y la de iniciación del patrón.
De allí en más, el subconsciente asocia ese estado
emocional, de sensaciones y pensamientos; a las defensas desplegadas para
sobrevivir, creándose un patrón automático que se activa, cada vez que la
persona pasa por estados similares a los vividos en esas tres experiencias
primarias.
Mediante este trabajo lo que se hace es reconocer el patrón,
que el adulto que ahora somos pueda comprenderlo; enviarle un mensaje al
subconsciente de que ya no es necesario y expresar frases sugestivas que
neutralicen el patrón establecido hasta ese momento.
Gracias a mis guías Magdalena e India
jueves, 8 de octubre de 2015
martes, 25 de agosto de 2015
sábado, 25 de julio de 2015
Pensamientos
Convivir con mi cabeza, por momentos, puede ser algo complicado...
Hay veces que no
para de hablarme.
En ocasiones los
pensamientos son persecutorios... No se si son muchos o pocos... (Hace poco ENTENDÍ realmente que “mucho o poco” hablando de personalidades, es muy
subjetivo... Aunque parezca obvio y tonto a la vez).
Al principio creí
que eran muchas veces las que estos pensamientos llegaban a mi.
Luego que eran
pocas, pero al yo ser una persona golosa, que le gusta el placer y tolera poco
la frustración, esas pocas sonaban como catastróficas y gigantes para mi forma
de vivir la vida.
Hoy no se si son muchas, o pocas, pero en ambos casos entiendo
que la meditación es la salida a ese sufrimiento a causa de cualquier
pensamiento...
Desapego.
Es solo una idea!
Los pensamientos
persecutorios existen de la misma forma que los pensamientos felices, los
bondadosos y tantos otros más.
Y solo son
pensamientos!
La cabeza piensa,
es su naturaleza!
En nosotros está
la posibilidad de dejarlos en el mundo de las ideas, o de apegarnos, hasta
llevarlos al plano de lo real!
En mi caso, en
este momento, asumo que es solo un pensamiento, asumo que es efímero y ya se
va.
No me convierto
en él y lo llevo al plano de lo real.
En otro momento
llegaran los buenos, y habré de hacer lo mismo con ellos, dejarlos pasar.
De tan simple a
veces se me escapa, por eso hoy lo quise escribir, para recordarlo también de
esta forma.
Al final... los
sufridos son los pensamientos, de tanto que los queremos agarrar. Dejémoslos libres... Ellos vienen y se van!
Gracias Mike por
enseñarme eso!
miércoles, 24 de junio de 2015
Por Claudio Naranjo
1. Vive ahora - es decir, preocúpate del presente más que del pasado o del futuro.
2. Vive aquí - es decir, relacionándote más con los presente que con lo ausente.
3. Deja de imaginar: experimenta lo real.
4. Abandona los pensamientos innecesarios, más bien, siente y observa.
5. Prefiere expresar antes que manipular, explicar, justificar o juzgar.
6. Entrégate al desagrado y al dolor tal como al placer, no restrinjas tu percatarte.
7. No aceptes ningún otro debería o tendría más que el tuyo propio: no adores ninguna imagen tallada.
8. Responzabilizate plenamente de tus acciones, sentimientos y pensamientos.
9. Acepta ser como eres.
jueves, 28 de mayo de 2015
jueves, 23 de abril de 2015
martes, 14 de abril de 2015
viernes, 13 de marzo de 2015
AYAHUASCA
Segundo viaje de ayahuasca
A principios de Enero del 2015
todo a mi alrededor comenzó a desmoronarse de alguna forma.
Estaba sin hogar, había
perdido mi centro, viajaba cual caracol.
Me costaba mantener los
hábitos de yoga y meditación que antes había adquirido.
Las menstruaciones súbitamente
comenzaron a ser violentas.
La prolactina se me había
vuelto a disparar, el tumor se estaba haciendo sentir con fuerza, y con él
retornó la medicación.
Los controles ginecológicos
daban resultados negativos por segunda vez.
El carnet de salud trajo una
advertencia de colesterol y creatinina en sangre.
En la pareja tampoco me estaba
yendo bien.
Mis padres un tanto alertas
frente a mis decisiones.
¿Qué pasaba que yo me seguía
manteniendo tranquila, que confiaba en que todo estaba bien, pero todo alrededor
me decía lo contrario?
Comencé a desconfiar, a sentir
la necesidad de que algo me fuera mostrado, a dudar entre “estoy tranquila, caos en calma, y esto es
parte de la vida también” y … “evidentemente estoy tan mal que no puedo ver que
hay trancas en mí , que esto me viene a mostrar algo”
En el momento justo, Fernando
anuncia la llegada de la abuelita Ascencia, chaman de Perú. Mi primera toma de
ayahuasca había sido en el 2013 con su marido; había quedado avisada de que la
abuelita tenía una energía aún más intensa.
El respeto por la planta seguía
presente en mí, con la misma intensidad que la primera vez.
En aquella oportunidad mis
propósitos habían sido más amorosos. Esta vez necesitaba ver si había algo que
me estaba trancando y permanecía oculto para mí.
Me preparé en los días previos
con meditaciones apuntadas a este propósito, mantuve conversaciones con la
planta incluso antes de que llegara físicamente a mi cuerpo.
Así, al realizar la primera
toma me centré en este propósito, y le pedí a la planta que amorosamente me
mostrara el camino.
Comencé el viaje sintiendo una
energía que dejaba mi cuerpo pegado a la tierra, sin fuerzas; sin embargo me
daba cuenta que la sensación era de calma, que mi ser más auténtico estaba
feliz y en paz. Los aprendizajes de la meditación se repetían ahora en forma de
pensamientos… “Podemos estar enfermos físicamente, pero nuestro ser más
profundo siempre va a estar saludable, apelemos a esta sabiduría cuando nuestro
cuerpo físico se sienta débil, proporcionémosle cuidados, hagámosle un lugar, y
acariciémoslo como a un niño”. Con estos pensamientos la energía de calma,
confianza y alegría se hacía más presente.
Podía ver el cielo, las
estrellas, y al árbol con una claridad tan profunda que me emocionaba.
Luego de transcurrido un
tiempo en este viaje, decidí realizar la segunda toma.
Los ícaros empezaron a sonar
con más fuerza en mi interior; la planta me traía visiones.
Me enrollé como un bichito de
la humedad, me sentí un gato extraño. Podía ver las manos de gato, mis
movimientos eran felinos. Pero era un gato que no me agradaba, sin poder
describir la sensación, estimo decir que este gato era “raro”. Rápidamente me
empecé a ver y sentir como una cucaracha, podía ver las patas, sentir el cuerpo
como tal, era desagradable, pero mirarlo me proporcionaba calma. Era una
sensación extraña… ¿cómo podía sentir tanta tranquilidad viendo algo
desagradable? Luego de la cucaracha, vino la araña, animal que en la vida
diaria me provoca fobia, y como ellas, irracionales, tengo reacciones
corporales que no puedo dominar. Pues a esta araña la miraba, veía y sentía sus
movimientos en mí, incluso en un momento me toqué la boca y saqué un hilo de
baba que se hacía presente como telaraña.
Los colores intensos que había
visto en el viaje anterior no se hacían presentes, todo era oscuro; marrón,
negro, gris. Continué siendo una babosa, enrollada, pegajosa. Todo venía siendo
desagradable pero la sensación de bienestar siempre estuvo presente, lo repito
porque hasta a mí me resultaba asombroso.
En un momento mi cuerpo se
incorpora, queda de rodillas y se enrolla, pero esta vez con la frente pegada
al suelo. Allí comenzó la fiesta de colores y la serpiente endragonada que
podía ver ahora en mí, se contoneaba con fuerza. Coletazos, serpenteo violento,
veía sus colores con claridad, verdes, rojos, fucsias, amarillos, azules. La
boca comenzó a llenarse de baba anunciando deseos de vomitar, sentía la panza dura,
algo pesado que necesitaba salir, pero no podía. Le pedí a la planta que me
ayudara, que quería sacar todo aquello… y así llegaron los vómitos intensos y
llenos de alivio. Los ícaros hacían que la serpiente se moviera cada vez más
intensamente, más vómitos.
Hasta que una mano comenzó a
acariciarme la espalda, la sensación era de un domador de serpientes. La mía
comenzó a aquietarse, mi cabeza se debatía entre dejar ser amansada, y querer
continuar serpenteando con fuerza. Luego de un tiempo de dejarme tocar, aun sin
consentimiento racional, me tiré a un lado y le susurré a la persona… “estoy
bien”, se retiró y a eso siguió una cúpula sinfónica de formas y colores.
Bailaban al compás de los ícaros, serpientes, zorros, gatos, estrellas… y
cuando repentinamente el ícaro dejaba de sonar ésta sinfonía comenzaba a
derretirse, como si echaran un balde de agua en un lienzo y la pintura se fuera
cayendo del marco dejando espacios de vacío lleno de negro. Cuando el ícaro
volvía a sonar todas las formas y colores volvían al marco y seguían danzando.
Así estuve, disfrutando de la
sinfonía por largo rato, hasta que la ceremonia comenzaba a llegar a su fin. Ya
casi todos habían pasado al frente de la chaman para recibir las curaciones
emocionales y espirituales. Fui la última; liviana, en paz, y feliz pasé al
frente. Recibí más amor y sabiduría, y me fui a acostar tranquila al pasto. El
descanso fue corto, y profundo…
El entendimiento racional se
fue dando durante el proceso, hoy lo puedo resumir diciendo…
Muchas veces nos sentimos como
bichos desagradable, muchas veces somos bichos desagradables, muchas veces la
tristeza nos inunda, muchas veces el cuerpo sufre síntomas; lo único que hay
que hacer es mirarlo y aceptarlo. Esto también es parte de nosotros, pero
mientras le demos un lugar, la calma llega sola. Y con ella, nuestro ser más
sabio envía energía positiva al resto de las partes heridas.
No nos cuesta nada hacerlo,
hay que tomarse el tiempo para mirar y aceptar sin juicio. Sucede. Eso va a
estar de cualquier manera, aunque no lo deseemos o lo evitemos. Las cosas que
no podemos “ver” son las que más fantasía y miedos generan. Mirar es la
elección, el sufrimiento que trae es grande, pero la calma que conlleva es
inmensamente mayor.
Decido desnudar esta parte de mí,
para compartir el viaje, ya que entiendo que este aprendizaje no es solo para
mí. A quien desee tomarlo, aquí está… justo para ser tomado!
Mi formación
Nací en la
ciudad de Montevideo el 30 de Marzo del año 1985.
A pocos días
de mi llegada mis padres me llevaron a casa, “La Chacra”, a 7km de la ciudad de
Durazno. Crecí rodeada de verde, animales y juegos al aire libre. Entiendo que
esto fue de suma importancia para mí,
sembrando el gusto, respeto y necesidad por el contacto y la sabiduría que
encuentro en la naturaleza, día a día.
A los 16
años me mudé a Montevideo para continuar mis estudios; luego de culminado el
bachillerato comencé la carrera de Medicina, la cual abandoné antes de terminar
el primer año. A esto le sucedió una fuerte crisis vocacional, y a raíz de una
charla con mi padre, decido comenzar estudios en Educación Inicial y
Psicología. La segunda con menos convicción que la primera, más por un
sentimiento de no decepcionar a mis padres en obtener un título Universitario.
En el 2005
comencé a trabajar con preescolares y sus familias, recibiéndome de Técnica en
Educación Inicial al siguiente año. No fue hasta el tercer año de la carrera en
Psicología que le tomé el gusto a la misma y me percaté de que realmente era mi
vocación trabajar con las personas, sus emociones, alegrías y tristezas; sus
hábitos saludables y otros no tanto; sus pensamientos, vínculos, y el ser
complejo que es el humano en su totalidad.
Me recibí de
Licenciada en Psicología en el año 2012, sin embargo las inquietudes más allá
de lo que la Universidad me podía brindar comenzaron anteriormente. La vida me
puso en el camino de las Constelaciones Familiares (herramienta terapéutica
desarrollada por Bert Hellinger) y a comienzos del 2012 decido comenzar la
formación en el Centro Bert Hellinger Uruguay. A partir de allí, e incluso un
tiempo antes, casi como una preparación para lo que iba a acontecer, mi vida ha
sido una catarata de aprendizajes y autoconocimiento.
A fines del
año 2012 comencé a dirigir talleres de Constelaciones Familiares, y en el 2014
llevé a cabo talleres de Meditación.
La
experiencia propia de transformación gracias a las Constelaciones Familiares, a
Bert Hellinger por su aporte, a Carlos Bernués director del Centro Hellinger
Uruguay, y a quien considero uno de mis mayores maestros; así como también a
Mike Boxhall quien me inició en el camino de la meditación y la presencia en
quietud; es que utilizo éstos como mis mayores herramientas en la consulta, así
como en mi propia vida.
Trabajé
durante 8 años en la Educación formal, la cual dejé (al menos por el momento) a
fines del 2012. En ese mismo momento me recibí de Licenciada en Psicología e
inmediatamente comencé mi trabajo como terapeuta, con el cual me siento
sumamente a gusto.
En Marzo del 2014 comencé la formación en Hipnosis y
Regresión (Metodología Pleoma) en Lotus, la cual finaliza en Marzo del 2016.
Por otro lado, las Constelaciones Familiares y el estudio autodidacta me
llevaron a interesarme por la Guestalt, formación que comenzaré en Mayo de 2015
en el Centro Bert Hellinger Uruguay.
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