Convivir con mi cabeza, por momentos, puede ser algo complicado...
Hay veces que no
para de hablarme.
En ocasiones los
pensamientos son persecutorios... No se si son muchos o pocos... (Hace poco ENTENDÍ realmente que “mucho o poco” hablando de personalidades, es muy
subjetivo... Aunque parezca obvio y tonto a la vez).
Al principio creí
que eran muchas veces las que estos pensamientos llegaban a mi.
Luego que eran
pocas, pero al yo ser una persona golosa, que le gusta el placer y tolera poco
la frustración, esas pocas sonaban como catastróficas y gigantes para mi forma
de vivir la vida.
Hoy no se si son muchas, o pocas, pero en ambos casos entiendo
que la meditación es la salida a ese sufrimiento a causa de cualquier
pensamiento...
Desapego.
Es solo una idea!
Los pensamientos
persecutorios existen de la misma forma que los pensamientos felices, los
bondadosos y tantos otros más.
Y solo son
pensamientos!
La cabeza piensa,
es su naturaleza!
En nosotros está
la posibilidad de dejarlos en el mundo de las ideas, o de apegarnos, hasta
llevarlos al plano de lo real!
En mi caso, en
este momento, asumo que es solo un pensamiento, asumo que es efímero y ya se
va.
No me convierto
en él y lo llevo al plano de lo real.
En otro momento
llegaran los buenos, y habré de hacer lo mismo con ellos, dejarlos pasar.
De tan simple a
veces se me escapa, por eso hoy lo quise escribir, para recordarlo también de
esta forma.
Al final... los
sufridos son los pensamientos, de tanto que los queremos agarrar. Dejémoslos libres... Ellos vienen y se van!
Gracias Mike por
enseñarme eso!
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